Debajo del primer chorro de agua caliente, helada, entre espasmo y
espasmo, el último pensamiento se llena de resignación y rabia. El
caos y el desorden que regían su vida han tenido, por fin,
consecuencias demasiado serias. La descarga es tan fulminante que sus
labios no tienen tiempo de reproducir las palabras que se agolpan en
impulsos eléctricos confusos (interruptor, mierda) y quedan
ahora reducidas a un ininteligible sonido gutural.
Niño, me había perdido este... Cortito pero me chifla... de verdad. Yeah.
ResponderEliminarGracias amigo por compartir lo que llevas dentro con todos.
¡Un abrazo y mucha música!
Creo que te lo podré perdonar :))
Eliminar